martes, julio 04, 2006

EVANGELIO, TESTIMONIO Y SECO DE GALLINA


Son las 10h20 de la mañana, el hambre es atroz, terminó el programa y yo debería entrar a una reunión en le canal llamada 'post mortem' en la cual se evalúa todo el desempeño del equipo durante la transmisión, pero el hambre me mata. Sé que si me doy prisa aún encontraré comida en una carretilla que queda tras el edificio de PORTA.

Paso por la garita casi sin despedirme y cruzo la calle, en mi mente solo veo la imagen de un plato grande tipo bandeja lleno de arroz amarillo acompañado de una pechuga de pollo hecha seco. Ya seinto en mi garganta la sensación refrescante de la soda y huelo a lo lejos el aji criollo que tienen en la carretilla. Otra cosa que viene a mi memoria es el sonido de la radio que esta siempre encendida a todo volumen. El dueño del negocio es un hombre sencillo de mediana edad, trabajador, atento y evangélico. Él sintoniza todos los días una emisora evangélica en la que la programación varía entre predicaciones de eventos masivos grabadas en estadios, iglesias y demás. En estas programaciones solemos escuchar todo tipo de gritos, llantos, insultos a la religión católica, interpretaciones de lo más diversas de textos bíblicos, consejos para vivir mejor y algo de música llamada cristiana. Cuando llegan los clientes, las palabras que se escuchan son: -Hermano, qué tiene. Todos saben que el dueño es creyente y le llaman 'hermano'. El hombre responde amablemente: -Dios bendiga, tenemos guata, seco y estofado de gallina...
Yo llego, saludo y escucho el menú mientra meto mi mano al bolsillo para ver si tengo suficiente para dos colas. Positivo. Pido secoy estoy hecho. Si tiene pechuga, mejor.
Mientras me sirve el 'hermano' le pido un pastel de chorizo para compeltar y veo que tras el canasto de pasteles asoma una cabecita despeinada. Se trata de una betunero pequeñito que de reojo mira las sobras de los otros clientes. El niño es de la sierra, no tiene más de 7 años de edad, sus cachetes tostados por el sol, los ojos negro pechiche y su dentadura es perfecta y sana que muestra cuando lo miro y me sonríe. Junto a él otro muchachito compañerito de trabajo, coje su cajita de betún para sentarse arrimado a la pared que está pintada con propaganda política sobre fondo blanco.
La radio no deja se sonar y aunque el predicador que grita como loco puede distraer y asustar a cualquiera, no puedo evitar recordar las palabras del Maestro mientras veo a los betuneritos frente a mi.
Sé que no tengo mucho dinero y si hago lo que estoy pensando no podré tomarme dos colas como es mi costumbre. mientras toco las monedas en mi bolsillo suspiro resignado, pero una caricia tibia me recorre por todo el cuerpo, empiezo a respirar una fragancia única y toda alma se siente abrazada por Su presencia, mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas y sé que Dios se ha parado junto a mi como a veces acostumbra hacerlo. Me encanta cuando hace eso aunque me sobrecoje de tal manera que mi primera idea es tirarme de rodillas sobre mi cara, pero Él me sostiene. Es dificiel de explicar, pero de alguna manera Él me hace oir su voz y con la garganta casi cerrada alcanzo a decir: -Jefe, póngase un sequito de gallina pero repartido en dos platos, para los muchachos. La clientela me mira al disimulo por un instante y los betuneros se miran entre ellos y se ríen. El 'hermano' sirve contento y bien 'despachado', pone arroz amarillo, jugode seco y una alitas en cada plato y se los pasa a los chicos. El Señor sigue parado a mi lado y me dice: -¿Viste?. Yo recuerdo lo complicado que es a veces explicar el asunto del testimonio, pero en ese momento Jesús, como es Su costumbre me enseñó con acciones lo que se debe hacer. Los niños me miran mientras comen y se señalan la garganta antes de reirse a carcajadas. Entiendo la seña y le digo al dueño: -Jefe, deles colitas. Otra vez laclientela que ya está terminando su pedido me mira. El Señor me dice: -¿Viste? Yo le digo que si me visitara más a menudo todas las dudas sobre la vida se caerían como pétalos marchitos.
Ya sé lo qué es el testimonio, lo que es el evangelio. Hacerle caso a Dios y dar la mano a los que tenemos cerca. Es una enseñanza que muchos líderes mudiales y religiosos deberíamos aprender. Yo le decía: -Señor, ¿cómo hubiera sido chévere que en este kiosko vengan a comer algunos pastores que conozco. Pagué la cuenta, los chicos volvierona sonreir. El dueño se preguntaba si yo era cristiano, el tipo de la radio seguí gritando versículos a una velocidad asombrosa, el Señor y yo cruzabamos la calle... Con la servilleta que tenía en la mano me limpiaba las lágrimas que nadie habia visto tras mis gafas y el Señor me volvía a preguntar: -¿Viste? Yo le decía: -Contigo quien no ve, Señor. Y me abrazó mientras cruzabamos la Av. Fco. de Orellana de regreso a mi oficina.
Fui niño, fui hombre, fui hijo. Eso creo que es evanelio y testimonio... Todo gracias a un seco de gallina de más. Te amo, mi Rey, eres lo máximo. Nunca dejes que te extrañe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola tal vez yo no te conozco pero tenemos el mismo pensar, seguir el ejemplo de quien nos envío, yo he sentido lo mismo que tu, a veces siento que de verdad algunos se van mas por otras cosas en estos tiempo, ahora se van mas para juntar fieles, según dandoles lo que DIOS dijo, cuando la verdad nisiquiera pueden darle un plato de comida a alguien que de verda dlo necesida. En fin, .. pero que bueno que encuentro gente que de verdad sigue el ejemplo del señor Jesucristo y de verdad que me anima por que no soy la única, conozco chiquillos por la red, que también piensan como nosotros. Animo hermano que en el cielo cada quien tendrá su recompensa y toda cosa oculta ya sabes que se verá y ahí se pagará, ante el juez. mientras solo hay que seguir su ejemplo, alabarlo y adorarlo por que nos da vida y nos dio amor, y todo eso para compartirlo a los demás y ser luz en un mundo en oscuridad. chaoooooo saludos. http://darksidewoman1980.spaces.msn.com