Fernando Gálvez dice:
DIVAGACIONES SOBRE LUCIO GUTIÉRREZ, PERICO DE LOS PALOTES Y EL GALLO PELÓN
¿Será que un día en este país se logre poner de moda la decencia, el amor por las buenas costumbres y a los vivarachos y chabacanos se los vea con recelo? Cuando aparece Lucio Gutiérrez en la escena política lo hace como un paladín de los desposeídos y un caudillo de las masas oprimidas, años más tarde, es uno más del montón de sinvergüenzas que despedazan al país... El pobre Coronel que salía en su "tanque" destartalado a realizar proselitismo, hoy le falta poco para recibir pedradas aunque salga en tanque de guerra. ¿Que paso, Coronel? Fue el tiempo, el mal tiempo, el poco tiempo, mucho tiempo, destiempo, o que mismo... las malas juntas... ¿por qué aunque queremos verlo con cariño nos cuesta tanto verlo con respeto? ¿Cómo hizo para fallarnos a tantos ecuatorianos en tan poco tiempo? El desencanto popular que nos lleva a detestar a los que prometieron y nos traicionaron lo ha puesto a Ud en el paredón político. la verdad si pudiéramos votar otra vez, jalaríamos el gatillo de la anulación electoral. Lo fusilaríamos con la descalificación total. Y no es que "los otros" sean mejores que Ud. Al parecer todo indica que ud como miles una vez en el poder, se transforman en almas perversas. Cree ud que un nene de los que paran afuera de Mc Donalds en los Ceibos le sonreirá al verlo pasar... Todos tenemos grabada su imagen como la de aquel que no se puso los pantalones... Así como León juró no defraudarnos, Ud lo hizo y tantos más... Benditos padres d ela patria, mejor ni acordarnos de ellos... Más vale un perico de los palotes cualquiera que tienda la mano al débil, que un expresidente gritón que insulte prepotente en todas las cadenas o que Ud mismo que nos cuenta el cuento del gallo pelón con la cadencia vocal del que no sabe lo que dice. Coronel, Dios me lo bendiga, ruego que esta Navidad el Niño Dios le traiga dos reales de corazón ecuatoriano a Ud y a los que lo aconsejan. Tenga la seguridad que si un dia me lo topo en la calle, le estrecharé la mano fuerte, para hacerle sentir mis callos, le compartiré una sonrisa franca como la del amigo que perdona y mirare de frente sus ojos como el hombre que exige respuestas. Nuestra gente se muere en la calle, Coronel... Hagamos un trato, Ud y yo salgamos a la calle a ver a la gente cara a cara... Si ud decide tender la mano al débil y al necesitado, yo ire con Ud, se lo prometo... como un ángel.
El pueblo llora Coronel. ¿qué va a hacer? Dele... sé que aun corre en sus venas la sangre de un guerrero... salga de la comodidad de los palacios y métase con nosotros en la trinchera del día a día de la madre que no pude darle ni agua de canela a sus guaguas. Del hombre que ni franela tiene ya para limpiar parabrisas. Dele Coronel, aun hay guerreros ecuatorianos aquí... Lo esperamos.
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